Cielo desértico de Tabernas, Almería
(España). Año 2015.
Había llegado el momento. El viento del desierto
soplaba con furia agitando a las plantas rodadoras. Uno frente a otro. Escasos
pasos de distancia entre dos pistoleros. Se mascaba la tragedia —y el tabaco—.
Ambos habían guardado un acuerdo de tregua temporal;
a pesar de que se habían prometido venganza tiempo atrás. John se la tenía
jurada a Clint tras su exitosa trilogía y la dirección de sus propias
películas. A decir verdad, Wayne siempre se había sentido muy encasillado. Aparentemente,
habían mantenido la calma, sin embargo, la disputa por el amor de la Srta.
Kidman les había conducido a batirse en duelo.
Nicole fue una cortesana afamada por lanzar su
pierna al aire y remover sus faldas en una función nocturna de un popular
cabaret parisino, en el cual era protagonista principal. Hubo fallecido en los
brazos de su amado; un escritor bohemio que solía cantar a los clásicos. Tras
su muerte, permaneció fotosensible en una mansión hasta completar méritos para
su traslado al otro barrio. En el cielo del oeste conoció a dos tipos duros:
John y Clint.
Ahora un desafío a muerte establecería un vencedor y
concluiría con esa rivalidad. Así, Dios dispuso como padrino de la ceremonia al
sheriff Chuck Norris.
El acontecimiento atrajo a una gran multitud:
bandidos y forajidos de toda la región, la tribu de Hollywood (liderada por
Toro Sentado) y una diligencia con las chicas de la compañía Con faldas y a lo loco para amenizar el
espectáculo, entre otros.
Todas las miradas permanecían atentas a ambos.
Música de ambiente.
Tiriririri ririri…
—El Mundo se divide en dos categorías, John, los que
tienen el revólver cargado y los que cavan. Podría dispararte sosteniendo tu
propia pala —Le subestimada Eastwood fijando su mirada pétrea en él mientras se
giraba en sentido opuesto.
—He hecho más de 250 películas y nunca he disparado
a ningún tipo por la espalda, ¡cámbiamelo, Chuck! —replicó Wayne.
—¿Sabes que podría matarte raspándote con mi barba,
John? —interrumpió Norris escupiendo su palillo a una velocidad de vértigo—.
¡Pégale un balazo a este tío, hostias!
—Te recuerdo John que ya estás muerto. ¡Yo sólo he
venido a por lo que es mío!
—¿Crees que te preferirá a ti? ¡Al menos yo no visto
un poncho tan ridículo! Vas a morir, aunque todo cambiaría si me incluyeses a
título póstumo en los créditos de alguna de tus últimas películas —dijo John
Wayne con sonrisa retorcida.
—Después de esto, no pienses que vamos a
intercambiar fluidos corporales en la ducha esta noche. ¡No te incluyo ni
borracho! —exclamó Eastwood con desprecio.
—Nunca he confiado en un hombre que no bebiera. Lo
siento, Clint.
—Nunca pidas perdón y nunca te disculpes, es un
signo de debilidad. Y recuerda que yo soy un tipo feo, fuerte y formal —comentó
John.
—Tal vez yo soy El
Bueno. Sé que hay más de 100 motivos por los cuales no debería matarte,
pero ahora mismo, no se me ocurre ninguno.
—Yo soy el último pistolero. ¡Desenfunda tú primero!
Chuck, asqueado de tanta charla estúpida, arremetió
a golpes de puñetazo y patada dejando gravemente heridos a ambos. Nicole,
aburrida de la disputa y creyendo que acabaría más sola que la una, lanzó un
guiño sensual a Toro Sentado, que le mandó señales de humo como respuesta a su
coqueteo. Este decidió levantarse para largarse con la chica.
Toro Levantado y la Srta. Kidman subieron a lomos de
un búfalo vil. Galoparon por todo el desierto con dirección a Las Vegas donde
formalizarían su amor entre indio y cabaretera.
Perfecto. Grandísimo relato. Me ha encantado la imagen del cielo de los vaqueros de película…Jajaja.
ResponderEliminarY que tres referentes, bueno cuatro. La bella Kidman.
Yo creo que si Chuck Norris, Clint Eastwood y John Wayne dieran juntos al unísono un puñetazo el suelo, el planeta se partiría en dos.
Ya no se fabrican hombres así…Jajaja.
Un abrazo.
jejeje Te olvidas del indio que, sentado y todo, al final se ha llevado a la chica :P
EliminarUn abrazo, amigo. :)
De lo más original que he leído desde hace mucho. Abrazos apretaos
ResponderEliminarjejeje original no sé, yo diría surrealista. :P Un abrazo apretao. ;)
EliminarSólo en el hogar de las pampiroladas se puede elaborar un relato que mezcle personajes famosos, diálogos entre ingeniosos y desternillantes, y coqueteos a base de señales de humo jaja. Me ha gustado y me he reído leyéndolo. ¡Un beso Soledad! :)
ResponderEliminarjejeje Me alegro de haberte robado alguna sonrisa. Un abrazo. ;)
EliminarEnseñanza: Cuando dos machitos luchan por una misma mujer, al final viene un tercero que no se tiene que enfrentar a nadie y al que la mujer elige que es en definitiva lo que pasa en la realidad.
ResponderEliminarInteresante e instructivo.
¡Muy bien Vaquera!
Real como la vida misma. Bueno, el transfondo. jejeje
EliminarUn abrazo, cowboy. :)
Ahhh me encantó, especialmente cuando Norris cansado de tanto blablabla termina dándole de puñetazos a todos. Y Nicole, siempre con buen ojo, se fue con el indio. Todos saben que los indios son los dueños de la mitad de los casinos de las Vegas, inteligente niña jojojo. Buena versión de "El bueno, el malo y el feo". Felicitaciones!!!
ResponderEliminarOstras, yo no sabía que los indios eran dueños de la mitad de los casinos de Las Vegas. Interesante, jejeje
EliminarGracias, nena. Un besito.
Jajajaja. Original a más no poder.
ResponderEliminarMucha suerte, compi.
Un abrazo.
jejeje, Chuck Norris no necesita suerte, Chuck la inventó :P
EliminarUn abrazo, guapa. :)
Un simpático e ingenioso relato, Soledad. Cuántos conocidos se han dado cita en él, vivos o muertos jajajaja. Me ha gustado mucho y me ha hecho sonreir, gracias!!
ResponderEliminarUn abrazo nocturno!
Ay sí, Julia, he líao una... Nicole, bueno, entre "Moulin Rouge" y "Los otros" ya le tocaba, el mítico Wayne ya está. Pero a Clint (también llamado Cliff :P) y a Chuck Norris les he dado un paiseito porque a mí me ha dado la gana. :D
EliminarUn abrazo para Lula y para ti. ;)
Jajajjajajaaja... Tremendo, Soledad. Me has hecho de reír, muy mucho... Y para rematar la jugada lo de "Toro levantado" genial.. jajajaja
ResponderEliminarMezcla Moulin Rouge con una de Eastwood, otra de John Wayne y mete de por medio al cariacturesco Norris dando puñetazos y te sale un "Los Mercenarios" de humor casposo y hombría desbordante de machotes alfa sin tapujos. Una gozada y divertida incursión del Far West más cachondo y desenfadado.
¡Abrazo, Amiga de Letras! ;)
jejeje Un duelo que acaba en puñetazos :P
EliminarGracias, Edgar. Me alegro de que te haya hecho reír ;)
Un abrazo, amigo. :)
Genial!. Me ha ENCANTADO!!. Un cóctel explosivo el de este duelo!
ResponderEliminarjeje Gracias, Eva ;) Un besito.
EliminarHola Soledad.
ResponderEliminarTe compro todas tus referencias cinéfilas. Todas, excepto Chuck. De él sólo me gusta una peli, "El furor del dragón", pero no por él, sino por Bruce Lee. Además, creo que esa peli es la única en la que Chuck pierde un combate. El pobre narciso debió pensar tras acabar el rodaje: "La primera y la última. Se acabó el cachondeíto. A partir de ahora se me van colocando en fila para hostiarlos mejor y en riguroso orden de llegada. Vayan cogiendo número. Y de uno en uno, por favor". Y hasta hoy. :P
Por cierto, tu relato: original. Mi blog también te felicita. ; ) Un saludo. : )
Pedro, ¿es demasiado tarde para meter a Bruce Lee? Joes, ¡lo olvidé! No puedo creer que Chuck perdiese un combate, se dejaría ganar :P
EliminarGracias por pasarte ;) Besos a dos bandas. :)
Me ha encantado!! Muy original y simpático. Un abrazo :)
ResponderEliminar:) Gracias por darte una vueltecita por aquí, Elena. Un abrazo. ;)
EliminarMuy original y divertido
ResponderEliminar¡¡Estaban todos!
Un saludo
Sí, todos jeje. Gracias, Conxita. Un abrazo, guapa. :)
EliminarMuy divertido, Soledad! He disfrutado como un niño leyéndolo! El humor siempre queda bien, en cualquier tema, reírnos de nuestras estupideces es lo mejor. Enhorabuena.
ResponderEliminarMe alegro muchísimo, Paola. Mil gracias por tu visita.
EliminarSaludos ;)
Un auténtico despliegue cinéfilo con el que he disfrutado reconociendo a los actores, algunas citas y las películas. Una experiencia sensacional la que he sentido al leer este relato ficticio cuyos protagonistas son personas reales, tres de los grandes, dos de ellos del western, enfrentándose por Nicole Kidman. Finalmente, explota el toque de humor ligeramente contenido durante todo el diálogo cuando Chuck se lía -como no, jaja- a patadas y puñetazos, y cuando quien se lleva a la chica, es Toro Sentado.
ResponderEliminarUn saludo, Soledad.
He hecho una mezcla explosiva, jeje Gracias por leerme y comentar, Ricardo. ;) Un abrazo.
Eliminar