Viertes con la amargura de un corazón roto
lava que expulsan tus ojos ardientes
de encontrar respuestas a la muerte.
¡No las hay! ¡No lo intentes!
Hasta los más sabios tienen miedo al sueño eterno,
de hallar bajo sus carnes pútridas un esqueleto;
a recorrer un camino maltrecho de penitentes
hasta llegar a una nada embalsamada por dolientes.
Miras los pespuntes en tu vientre
del nacimiento que trajo tu dicha.
Deseas amamantar la esperanza
de resucitar de esta lúgubre pesadilla.
¡Amiga, sé valiente!
No hay receta para
cocinar un pasado diferente.
La quimera de que el tiempo
sella las heridas a fuego lento;
pura sátira de adeptos incrédulos
que recita a los mártires a los cuatro vientos.
«Seca tus lágrimas», dicen las plañideras
cuando lamentarse limpia y no quema.
Qué no va a devolverte la vida
lo que ya batalló tu suerte.
¡Llora! ¡No te avergüences!
Porque una madre nunca debería dar sepultura a un hijo.
Porque la Parca no elige bien a sus sirvientes.
Porque no das tu brazo a torcer ante la injusticia.
Llora desconsolada.
Báñalo con tu dolor hasta hacerte fuerte.
Báñalo con tu dolor hasta hacerte fuerte.
Dolorosas y emotivas palabras, igual que esa imagen con la que encabezas el poema. Muy muy emotivo y muy duro.
ResponderEliminarSaludos
Espero que, pese a la dureza, te haya gustado. ;)
EliminarUn abrazo. =)
¡Anda! Soledad, Que bueno leerte por aquí, ¿Qué tal todo?
ResponderEliminarEs este un registro muy diferente al que me tenías acostumbrado, pero escrito igual de bien. Aunque bueno, justo dejaste de publicar cuando yo tambien tuve una ausencia de algunos meses. Tiene una fuerza arrolladora esa amargura tan bien representada, tallada con el arte de una saeta, con la contundencia de la cruda realidad. Me han encantado esos versos, homenaje al dolor de una madre que entierra a su hijo, el único dolor para el que nunca estaremos preparados, porque lo que más duele, sin duda , es seguir viviendo.
Un fuerte abrazo compañera. Espero que vuelvas
Hola, Isidoro. Te debo una visita, o unas cien, je, je. Sí, hace tiempo que no escribo en el blog y que tampoco leo a los compañeros. A ver, se juntan mil cosas que debemos dar prioridad, muy a mi pesar.
EliminarMuchas gracias por hacerme compañía por estos lares. Se agradece. ;)
Un abrazo. =)
Dolor e impotencia en cada una de las palabras de este tu retorno, Soledad. Me gusta volver a leerte aunque me desgarres el corazón.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bueno, el próximo será más distendido, ¡prometido! La verdad es que lo escribí hace tiempo pero lo tenía confinado en borradores. Y pensé: Que sea libre, los versos deben volar. ;)
EliminarUn abrazo. =)
me ha encantado conocerte
ResponderEliminarun abrazo desde mi madrugada
Muchas gracias. =)
EliminarHola, Soledad. No se si sigues publicando o no, yo he estado fuera mucho tiempo (demasiado) pero he vuelto y estoy dispuesta a ponerme las pilas con mi blog y con los de los demás.
ResponderEliminarUna magnífica combinación de belleza y dolor. Me ha encantado.
Hola, Chari. No suelo entrar ni publicar con mucha frecuencia, la verdad. Me han surgido algunos proyectos que me tienen bastante liada.
EliminarSi has vuelto al redil, te debo una visitilla, je, je. Espero que todo te esté yendo fenomenal. ;)
Un abrazo.