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martes, 22 de septiembre de 2015

Terapia confesional



Me sitúo de rodillas en el confesionario. Me santiguo a mi manera (lo recordaba vagamente; no obstante, debía ser parecido al brindis que hacía con mis colegas, «¡Arriba, abajo, al centro y para adentro!»).
—Ave María —me apresuro a decir basándome en mi primera comunión. O igual ni eso. Simplemente me sonaba que comenzaba así.
—Purísima —dijo el sacerdote.
—¿Quién?¿¡Yo!? Hombre, tampoco es que sea muy promiscua, pero…
—Tú dices: «Ave María Purísima». Y yo te respondo: «Sin pecado concebida».
—Ah. ¡Hola, Padre! Se dice «Padre», ¿verdad?
—Sí, hija mía, puede llamarme así.
—Una cosilla: si yo soy su hija y usted es mi padre… Estooo... Uno de los dos ha hecho algo que no debía, ¡y yo no he sido!
—Es una manera afectiva de llamar a las feligresas de esta parroquia —dijo mi/el Padre.
—¿Feligresa? Es la primera vez que escucho esa palabrota, aunque imagino que siendo usted un cura no va a comenzar mi confesión insultándome. Bueno, yo quería comentarle que, uhm, por dónde empiezo… Estoy atravesando un momento complicado. El tema laboral me trae de cabeza, Padre. No encuentro trabajo. Las únicas ofertas que…
—Pero, hija mía, ¡eso deberías solucionarlo en el INEM! Puedes encontrar una Oficina de Empleo al final de esta misma calle.
—Supongo. Aparte, es que, además, tengo un lío… Verá, Padre, le explico. Llevo saliendo con mi Antonio cinco años y nunca habíamos tenido problemas de tipo, ya sabe, pero ahora no puede tener una erección, y me culpa…
—¡¡Hija mía!! ¡Eso deberías consultarlo con un sexólogo!
—No, en realidad, yo creo que eso se le pasará. El problema es que no sé si dejarlo...
—¡Un terapeuta!
—... porque como queremos irnos a vivir juntos y estamos buscando…
—Inmobiliaria.
—Además, estoy tan confusa con todo lo que me está sucediendo…
—Psicólogo.
—... pero es que ya voy teniendo una edad y si no me caso pronto, en vez de vestir santos me voy a quedar para desvestir momias.
—Tal vez en eso si pueda ayudarte. ¿Os gustaría celebrar vuestro matrimonio en esta parroquia?
—Yo no tengo problema, pero mi Antonio es que se pone como la niña del exorcista cuando entra a una Iglesia. Y si lo cazo, creo que tendrá que ser por lo civil.
—En ese caso… Juzgado, hija mía.
—Entonces, Padre, ¿usted qué arregla aquí?
—Te escucho y te absuelvo de tus pecados. Pero primero debes hacer examen de conciencia.
—A mí es que los exámenes nunca se me han dado bien. A menos que se trate de un tipo test, claro. Y lo de los pecados, ¿qué incluye exactamente? ¿Eso es lo de los diez mandamientos? ¿Y las mentiras piadosas cuentan? Por ejemplo, se ha mudado un nuevo vecino al Bajo D, que la verdad, Padre, ¡está tremendo! Si mientras se le pasa a mi Antonio... y no se lo cuento a nadie… ¿Dios se enterará?
—Sí, hija. Dios está en todas partes.
—¡Ostras!, ¡pues no lo sabía! ¿Y a cuántos Padres Nuestros y Aves Marías asciende el asunto? Si tengo que hacer lo del Rosario, me lo voy a pensar, que lo de cantar con las bolitas del collar me parece un poco siniestro. ¿O se puede usar las chinas?
—¡¡No te preocupes, hijaaaaa!! Yo te absuelvo de tus pecados, en el nombre del padre, y del hijo, y del espíritu santo.
—Pero Padre… ¡¡qué se olvida de imponerme mi penitencia!!
—¡Bastante penitencia tienes ya! Tranquila, Nuestro Salvador te guardará una parcela en el Reino de los Cielos. Puedes ir en paz.
—Así da gusto, Padre. ¡Verá que contento se va a poner mi Antonio cuando le diga que ya está resuelto el tema de la inmobiliaria!

26 comentarios:

  1. Jajajajajaja. Lo de las bolas chinas me ha matao. Jajajajajaja ¿Te imaginas que las chicas pudiéseis alcanzar la absolución sacramental a través del uso y disfrute de un juego de bolas chinas? No sé yo, pero si llegara el caso creo que las acitudes pecaminosas se dispararían a niveles de Sodoma y Gomorra. Como mínimo. Eso sí, a cambio las iglesias y los sex shops se llenarían hasta la bandera. :P

    Un texto graciosísimo, Soledad. Creo que tú y yo vamos a hacer buenas migas. Lástima que mi doctora me haya restringido el uso del pan en las comidas. En fin... Un beso. : ))

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    1. Pues vente con Eva y conmigo a misa que lo vas a flipar :D jejeje
      Tú pasa de tu endocrina y ponte a dieta de dietas jeje
      Un beso libre de pecado.

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  2. Jajajajaja ahí estoy yo confesándome, el padre me echaria de la iglesia en una. Fuera de acá "feligresa" me insultaría. Buenísimo Soledad. Un beso.

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    1. Mejor "tigresa" :D
      Como te comenté antes yo no suelo ir a misa, que allí dan hostias... :P
      Un besito.

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  3. Sin duda la paciencia del cura ha sido estoica, al nivel de la caradura de la "feligresa" ocasional. Me da la impresión de que el pobre Antonio va a llegar a la boda del juzgado con unos cuernos tan grandes que no podrá pasar de la entrada jaja. Un saludo pecadora pampirolesa.

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    1. Pobre mi Antonio... es un bendito, jejeje cornudo, ¡eso sí! pero un bendito, jejejeje
      Un abrazo, J.C.
      ¡Amén!

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  4. Buenisimo, me he divertido mucho "Y a cuántos Padres Nuestros y Aves Marías asciende el asunto?"

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    1. jeje, al final me ha dejado con la duda, como me ha perdonado todo... :D
      Gracias por leerme. ;)

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  5. ¿Por dónde queda esa parroquia? Jajajajajajajjaja.
    ¡Madre mía! Me pongo yo en esa rejilla y no dejo que se marche el cura en dos días. Así es fantástico ir a confesarse. Por cierto, apruebo lo de las bolas chinas de Pedro.
    Un saludo preciosa y felicidades por este graciosísimo post

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    1. Está en la misma calle del INEM, igual de larga la cola... jejeje
      Veo que lo de las bolas chinas empieza a ser una idea brillante... anda que no íbamos a ir contentas a misa jejeje :P
      Gracias guapa, un abrazo gordo.

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  6. Muy divertido Soledad, debió estar desesperada la chica para ir a la iglesia, jajajaja.
    Abrazo.

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  7. Esta chica no necesita confesión, necesita un hada madrina jajajajaja. Muy ocurrente tu texto, Soledad :)

    Un abrazo!!

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    1. O una peregrinación a Lourdes, jeje
      Gracias, Julia.
      Un abrazo :)

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  8. "Muy bueno, a propósito de eso, se me ocurre que los sacerdotes confesadores no se han adaptado a los nuevos tiempos, pues ya deberían de tener algún tipo de formulario en donde los penitentes pudieran ir marcando sus pecados, tipo alternativas y después de totalizar el puntaje, final, encontrar las penitencias correspondientes... Tal vez hasta pudieran entregar algunas ofertas...Digo yo" Tito Fabio.

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  9. Sí, está genial tu propuesta, además se podrían hacer competiciones, descuentos por pronta penitencia, e incluso intercambios de pecados que uno tenga repetidos, jejeje ;)

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  10. Me he divertido mucho leyéndote. Creo que es la primera vez que me da pena un cura, jajaja.
    ¡Un saludico!

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  11. ¡Genial el texto! para que voy a decir más.
    Un beso

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    1. Muchísimas gracias, Francisco. Quedas absuelto de tus pecados ;)
      Un abrazo.

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  12. Ja, ja, ja. Ese cura parecía un operador de línea "Atención al ciudadano" o algo así. Buenísimo. Como ya he dicho en los otros relatos que narran las aventuras de esta pareja, manejas el humor y los diálogos de forma espectacular. Creo que estos dos van a tener una larga vida literaria, pues los veo en muchas más situaciones en las que tu maestría, a buen seguro, nos va a deleitar.
    Hasta la próxima, un abrazo

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    1. Vuelvo a darte infinitas gracias aquí también. Espero no defraudar y poder arrancar alguna sonrisa más. No sé si es merecida tu opinión, pero sienta extraordinariamente bien. :)
      Hasta pronto. Un abrazo :)

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Gracias por regalarme un poquito de tu tiempo.

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